El gran bicho en lo alto
Tetragrama de la desolación
sagrado palio del invierno
alumbran tus afueras las abrigadas soledades
madriguera interior
palor de estampas
ni una vocal en tus alforjas.
Solitario.
Terrón perdido en los abismos
te dolés.
Almácigo pálido del mundo
alabamos con mordiscos
tus solapas celestes.
Arrojaste el cerebro.
Te viviste.
Perra necesaria
La perra necesaria de los huesos
la pájara perra se perdió y se vino
a vivir al país de las ausencias.
La perra voladora, la que enterraba huesos
la que cavaba pozos cerca del limonero
la que ladraba con colores amarillos
y temía al sifón de los estantes,
la perra necesaria
la pájara perra
se nos ha perdido.
Ya nadie respira por el lomo
en las siestas de verano
con la panza negruzca
como un mar en movimiento
y sobre todo ya nadie entierra huesos
y entonces los huesos me bostezan
y buscan a la perra
a la pájara perra, la perra necesaria
la perra que se ha ido.
Vienen a verme y dicen
que no tiene sentido estar en tierra
que se cansaron de esperar
que se aburren
que están solos
que prefieren el destierro
porque la perra necesaria
la pájara perra
la alegría
se fue de nuestra casa.
Bichos
No tenían cerebro
tenían una vida que vivían.
Elegí el tuyo
escudriñá
como en un zodíaco de bestias.
Te morderás las babas
te secarás los vientos
quiero decir
viví con el hocico.
Después cantá
cantá la espalda de las cosas.